lunes, 8 de septiembre de 2014

Un día como otro cualquiera

dia cualquiera

Hoy es un día como los demás. No como ayer, que fue domingo, pero muy parecido. Te levantas, eso sí esta vez con el despertador, aunque tengo que reconocer que cuando ha sonado ya llevaba diez minutos despierta. Desayunas. Gimnasio. Trabajas. O algo parecido. 

Pero a pesar de ser un día como los demás. Un día como mañana, o como el miércoles, o el jueves. O muy parecido al viernes. La verdad, es que es un día especial. 

Es el día en el que he decidido empezar de nuevo con este blog. Un blog que no espero que sea para nadie más que para mí, de momento. Es mi espacio. Mi cajón de sastre, un lugar en el que vomitar los pensamientos que me agotan la cabeza. Donde dar rienda suelta a lo que me preocupa, me gusta, me apasiona, me molesta, me pone triste o alegre. 

Es mi espacio. Mi lugar, mi rincón, mi cuarto de los trapos sucios, el armario de donde quiera salir o esconderme según el día. 


Hacía tanto que no escribía... las teclas del ordenador están distantes. Olvidadas por algún tiempo. Hello strangers! I am back!

Igual que el cuerpo me pide hacer ejercicio, llevaba tiempo sintiendo que mi cuerpo me pedía caña con las teclas. Mi vida en estos momentos no es lo más apasionante del mundo, hay mucha serie y solitarios que llenan el tiempo que tengo y ya estoy cansada de tanto procrastinar. Perder el tiempo sin hacer nada. Ahora, será perder el tiempo de otra manera. O invertir el tiempo de otra manera. 

No hay comentarios

Publicar un comentario

¿Quieres comentarme algo? ¡Adelante!

© María sobrevive a la treintena
Plantilla original de Maira Gall || Adaptada por María sobrevive a la treintena